A sus 25 años, Ikuko Hatake ha pospuesto hasta el último momento su inscripción en el servicio de reproducción. El gobierno, para ayudar a combatir el declive de la población, exige tener relaciones sexuales con el propósito de procrear con un extraño elegido por un sistema de IA. ¿Le gustará la pareja con la que se empareje, y le parecerán bien sus enormes pezones...?